En la FEM, más exactamente en el patio
central, si alzamos la mirada hacia uno de los árboles altos muy cercanos a la
enfermería podremos observar un nido de Oropéndola, un ave que construye nidos que cuelgan de la parte inferior de las ramas de
los árboles. El nido suele tener forma de una canasta larga, ya sea
redondeada u ovalada, con un cuello que se suspende de la rama del árbol. Cada
nido puede medir de 60 a 180 centímetros de largo. Y para entrar a su nido, las
aves crean agujeros de entrada en diferentes partes. La oropéndola es una
ave tímida y asustadiza, lo que dificulta su observación; permanece cuando no
come oculta en follajes tupidos. La
hembra construye sola un nido en forma de cesta, con materiales como roble
principalmente, hierbas, lana, cortezas, tapizando su interior con lana,
plumas, espigas e incluso papel. La puesta está formada por 3 ó 4 huevos
incubados por ambos progenitores.
Aparece en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, sus principales
amenazas son las molestias humanas, la destrucción y transformación del hábitat.
La invitacíon es a observarlo con respecto y admiración.
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