Desarrollar la motricidad fina es decisivo para mejorar la habilidad de experimentación y aprendizaje del entorno, además de jugar un papel fundamental en el aumento de la inteligencia. Estimular la motricidad fina (músculo de la mano) es fundamental para mejorar el desarrollo de la lecto-escritura, ya que ésta requiere de una coordinación y entrenamiento de las manos para lograr el dominio y destreza de los músculos finos de dedos y manos.
Lo anterior se evidenciará cuando el chico empiece a manejar símbolos gráficos con movimientos armónicos y uniformes de su mano en la hoja del cuaderno.
Las destrezas de motricidad fina hacen referencia a actividades que requieren la coordinación ojo-mano y coordinación de músculos cortos al realizar actividades tales como recortar figuras, ensartar cuentas o agarrar el lápiz para dibujar.
Es por ello que en las clases de Ciencias con los grados quinto, la profesora María Paula Vélez ha venido desarrollando una forma de afianzar la motricidad fina en los estudiantes y a su vez sensibilizarlos en la reutilización de elementos caseros al elaborar un modelo de célula con CD`s reciclados.
