NO MÁS Icotea guisada, plato preferido en Semana Santa
Por estos días en los hogares costeños se tiene un especial interés por comidas exóticas, la Icotea guisada o en salsa de coco, Iguana desmechada en revoltillo de huevo y hasta Armadillo guisado, pero la Icotea lleva la peor parte.
Más de un millón de icoteas son sacrificadas desde el Miércoles de Ceniza hasta el Sábado Santo, de cada diez familias, por lo menos siete comen icoteas durante los siete viernes de la Cuaresma, así como los jueves, viernes y sábado santos; coincidencialmente la caza de ésta especie termina cuando acaba el desove y conjuntamente acaba también la Semana Mayor.
El proceso de preparación de la icotea guisada tarda hasta seis horas, partiendo de hervirla viva en una olla con agua bien caliente, posteriormente la dejan enfriar y quitan su caparazón, luego la desmechan dejando los huesos y los huevos que trae.
¿Vale la pena tanto sufrimiento para este animal, por satisfacer un gusto exótico? y contribuir con ésta práctica el llevar a la extinción una especie que cumple funciones entre otras como la de remover el fondo de los humedales ricos en abonos que sirven de alimento a otras clases de organismos vivos, además de limpiar los cuerpos de agua (ciénagas) a través de su alimentación, ya que consume el fitoplancton, lo que hace posible la entrada de luz solar al agua para que se produzca la fotosíntesis, vital para la vida acuática.
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NO A LA CAZA INDISCRIMINADA